COLOMBIA: ESTADO SOCIAL DE DERECHO
Enrique Quintero Valencia
PRESENTACION
Aprendí la historia patria dentro de ese molde viejo de mostrarla como el catálogo de las acciones militares, y con la viva convicción en los profesores de que los hombres hacen la historia, es decir, señalando la conducta pública y privada de los próceres como una fuerza decisiva en la vida de los pueblos.
Pienso hoy que los hombres hacen la historia, pero no con una autonomía completa sino dentro de las condiciones objetivas históricas y geográficas donde nace y crece la Nación, ese pueblo con conciencia de su tradición y de sus esperanzas. Las batallas y las victorias son hitos que ponen colorido al paso de los años y los siglos, ISLAM : LA VOLUNTAD DE DIOS pero no es justo que sólo ellas impresionen la retina de quienes historian la vida de los pueblos. Esta no es rugir de cañones y batir de sables: es el empeño diario por hallar trabajo y remuneración, por sostener la familia y proyectar los hijos con intenciones de futuro, por abrir empresas chicas y grandes, por ahorrar e invertir si ello es posible, por entablar conversación con el vecino, y encontrar prójimos y vecinos en gentes de otros pueblos, de otras costumbres y de otras lenguas. La historia como memoria de vida de los pueblos es más amable cuando invoca menos las añoranzas y más los proyectos...
De otro lado, presentar el decurso de la historia se ha querido por muchos como un ejercicio aséptico, sin emoción ni convicción, sin entusiasmo crítico ni evaluación de las estructuras y las coyunturas. Otra posición -y en ella estoy- considera que el pez no mira con indiferencia ni examina con objetividad el río en que nada, la corriente en la que está inmerso. Vana pretensión es, pues, la objetividad en la presentación de la historia. Más conviene tomar cuenta de que contamos los episodios con la perspectiva sí de su relativa distancia, pero asumiendo que a todos nos afectan y no son cosa cuyo interés podamos evadir.
Creemos que este texto puede ser útil para introducirse al estudio de las instituciones jurídico-políticas de Colombia, relacionarlas y compararlas con sus antecedentes internos y externos, evaluar su desarrollo y eficacia, comprender sus limitaciones, y prospectar su mejor aprovechamiento. Desde luégo, ninguno de sus lectores debe reducir a estos apuntes su conocimiento. La lectura analítica de la Constitución, y la reflexión sugerida por las lecturas complementarias y por los temas presentados en una calificada bibliografía de referencia, nos aproximarán en mejor forma al objetivo: Conocer a Colombia, y si es posible, amarla. Vale la pena proponérselo.
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